Deberá portar siempre la placa de identificación que se les da al adoptarlo.
Al llegar a casa deberá de asignarle un lugar propio que se encuentre a resguardo del clima y destinar un espacio para sus necesidades, procurando tomar las medidas necesarias para evitar su escape y posibles accidentes.
Proporcionarle alimento adecuado a su tamaño, edad y actividad, según el animal del cual se trate.
Tener la vigilancia médica adecuada y acudir al veterinario si fuera necesario o a sus citas normales cada seis meses (desparasitación) o anual (vacunación).
Recibir en su domicilio una supervisión destinada a verificar la adopción del animalito y su nueva forma de vida.